lunes, 28 de abril de 2014

¿Agresividad Canina = Dominancia?

"Dominemos" antes algunos conceptos

Hoy en día, donde números programas de televisión ha creado a simples espectadores en supuestos etólogos, adiestradores y/o educadores caninos, los términos repetidos hasta la saciedad en los mismos se han instalado en cualquier conversación cotidiana entre propietarios caninos. Y lo peor de todo es que a veces, incluso las técnicas y las acciones que se realizan con los perros del show se imitan en cualquier sitio y momento.
Hoy queremos hablar de dos de esos vocablos, la agresividad y la dominancia.
Agresividad canina y dominancia - Urancán
Aunque últimamente hay determinados focos del sector canino que niegan la existencia de dominancia perros, nosotros (basándonos en nuestras experiencias y contactos con numerosos perros de todas las edades) seguimos pensando que ha existido, existe y existirá, como en cualquier animal que nace y se relaciona en manada. No obstante, sí que conviene matizar un poco más su significado y su existencia en el mundo canino.
La dominancia, como tal, no creemos que deba considerarse como una característica intrínseca a un determinado individuo, en este caso perro, como puedan ser otras, genéticas o desarrolladas. Sí que podemos hablar de perros con tendencia (predisposición) a tener una actitud dominante en el entorno que le rodea. Pero esto se relativiza mucho porque toda relación dependerá de más de un individuo. Y en cada una de estas puede aparecer un nuevo invitado que asuma ese papel. Por ejemplo, un perro con un comportamiento dominante sobre otro que convive con él, puede actuar de modo sumiso cuando juega en un parque con otro distinto que actúa como tal.
Agresividad canina y dominancia - UrancánEs muy frecuente hablar de dominancia ante cualquier episodio de agresividad en un perro, y en un porcentaje elevadísimo se está haciendo de forma equivocada. Dominancia no es sinónimo de agresividad, y viceversa.
Por regla general, el perro dominante de un determinado grupo es un perro tranquilo, observador y seguro, que no hace uso de la agresividad de forma arbitraria. Suele aparecer cuando él interpreta la acción de un individuo (perro y/o persona) un desafío a su rango.
Un gran porcentaje de casos de agresividad canina, no son más que la causa de una inexistente o defectuosa sociabilización de los mismos. La sociabilización de un perro, cuando es cachorro, es un proceso básico para el posterior desarrollo del mismo. Un perro con ese déficit desconoce cómo debe relacionarse y comportarse, con otros perros, con las personas, en su medio o entorno. La carencia de una correcta sociabilización en el perro, en un porcentaje altísimo, desarrolla inseguridad en el mismo. Es esa inseguridad la que muchas veces desemboca en sucesos de agresividad canina.
La agresión canina es consecuencia de múltiples posibles factores, y deriva en una conducta amenazante y peligrosa del animal a algún/os otro/s miembro/s de su entorno.
La agresividad, derivada por el factor que sea, es una conducta que debe tratarse por personal cualificado. Aunque sea un comportamiento usual entre los miembros de una manada para regular vínculos, significa un grave problema para la convivencia del perro con las personas y su relación con el entorno.
En una primera clasificación, podemos enumerar dos tipos de agresividad en el perro. La Agresividad con causa física, que es aquella que es ocasionada por dolor o enfermedad, y la Agresividad sin causa física, que es toda aquella donde no hay un motivo físico, mencionados anteriormente. Entre estas últimas, se puede realizar una nueva clasificación según su origen.
Agresividad por Dominancia: Aparece cuando el perro dominante de un grupo siente el desafío de otro miembro a su posición y control. Diversas situaciones, con otros perros y con personas, pueden transmitir al perro ese desafío y ocasionar una reacción agresiva en este.
Agresividad por Miedo: Es la respuesta a un estímulo amenazante para el perro. Aunque la amenaza no sea real e intencionada, el perro sí que la considera como tal. Si ante esta el perro no consigue canalizar su miedo y evitar el estímulo, se puede desarrollar una respuesta agresiva sobre el portador de la amenaza. El miedo puede ser genético o desarrollado. Las razones de un desarrollo del miedo podrían ser el aprendizaje de respuestas de una madre miedosa, la nula o incorrecta socibilización, o la respuesta a injustos castigos.
Agresividad por Territorialidad: Este tipo de agresividad aparece ante la presencia de una persona o animal, que no es miembro de su manada, en su territorio. También es común observarla cuando alguien ajeno se acerca a algún miembro de su familia.
Se podrían enumerar alguna otra causa más, pero porcentualmente estamos ante los mayores motivos de agresividad canina.
Por el amplio abanico de orígenes de una agresión, hablar de un método o terapia tipo para acabar la agresividad en los perros es imposible. Se debe realizar un exhaustivo análisis por medio de especialistas, como ya mencionamos con anterioridad, para descubrir las causas de todo comportamiento agresivo. Una vez seguros de haber dado con la misma, aplicar la terapia específica y personalizada para cada perro.
Estos especialistas, debido a la primera clasificación de causas de las agresiones (físicas y no físicas), serán los veterinarios y educadores/etólogos caninos.
Pero debes tener claro algo muy importante. Toda agresividad puede corregirse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario