lunes, 30 de junio de 2014

El olfato de los perros

Preséntame al mundo para que yo lo huela


Son muchos los posts donde hemos hablado de la importancia de estimular el olfato en los perros. No para conseguir más capacidad, que esa está ligada a su existencia, pero sí para conseguir mayor predisposición a usarlo. Cada vez se ven más perros que se valen más de la vista para reconocer el entorno que del olfato. Esos perros tendrán muchas más posibilidades de ser inseguros y reactivos que aquellos que saben emplear bien ese sentido.

Por ello, el post de hoy queremos dedicarlo al olfato del perro, para que todo el mundo sepa la capacidad que esconden en él.

Sobra decir que, de todos los sentidos, el olfato es el que tienen más desarrollado. Su capacidad les posibilita desde descubrir a supervivientes en una catástrofe a detectar enfermedades como el cáncer o la diabetes. Sin su olfato, los perros estarían perdidos, y muchas personas dependientes de ellos también.

Se calcula que el perro tiene entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, frente a los 5 millones que tiene el ser humano. La especial morfología de su hocico le permite tener este sentido tan desarrollado. El hueso etmoidal forma, en las fosas nasales, unas espirales y la mucosa que lo recubre tiene muchos pliegues, lo que le proporciona una superficie de hasta 200 cm2, frente a los 3 cms2 que tiene el ser humano. Se estima que una persona sin entrenamiento puede distinguir decenas de olores, algunas personas unos pocos centenares. Y algunos especialistas como un perfumista con amplia experiencia, puede distinguir unos 30.000 matices aromáticos. Pero, cualquier perro puede distinguir entre un millón de aromas diferentes.

Sólo con esos datos, y conociendo la capacidad olfativa del humano podemos hacernos una idea de la dimensión de su olfato.

El perro llega a reconocer personas y cosas a través de su olfato. Por esta razón si les tiramos un palo o una pelota a una zona llena de objetos iguales, ellos sabrán reconocer el objeto que le hemos lanzado sin ningún problema, al guiarse por nuestro sudor, que quedó adherido cuando lo cogimos.

Una de las pruebas más curiosas y que demuestran la capacidad olfativa de nuestros amigos es el llamado test del portaobjeto.  En este test, un portaobjeto de vidrio, entre varios, es tocado por una persona. Después se guardan los portaobjetos durante 6 semanas.  Tiempo tras el cual son sacados, permitiendo al perro que los olfatee.  Se ha comprobado que el perro no sólo es capaz de identificar el portaobjeto que ha sido tocado sino también a la persona que lo hizo.

El olfato en los perros, es 10.000 veces más sensible que su gusto.

El olfato del perro es capaz de localizar olores que están hasta a doce metros de profundidad bajo tierra, incluso en circunstancias de entorno adversas. Esta capacidad ha sido utilizada desde hace mucho tiempo por el humano en beneficio de la sociedad.

Cada vez son más numerosas las unidades caninas en los cuerpos de la policía y en otros como bomberos, unidades de salvamento, etc. Explosivos, armas, drogas, personas, etc. son su objetivo a encontrar. Desde la antigua imagen del San Bernardo con su barrilito al cuello buscando a personas sepultadas en la nieve, los perros se han convertido en una ayuda imprescindible para determinados colectivos profesionales. En las zonas aduaneras están siempre presentes así como en escenarios donde ha ocurrido alguna catástrofe, como inundaciones o terremotos. Su olfato es la mejor ayuda para localizar supervivientes bajo escombros o lodo. También pueden seguir pistas de personas por lo que, cuando se comete un delito o alguien se pierde, pueden encontrar su rastro desde el escenario donde se le vio por última vez, incluso aunque haya sido invadido por policías y otros operativos. Incluso en situaciones menos conocidas pero más cotidianas como escapes de gas, averías eléctricas, etc., el perro ayuda a encontrar el origen de ellas.

Pueden detectar el cáncer y otras enfermedades. Según estudios publicados por la revista DVM News Magazine un grupo de investigadores ha podido demostrar que, a través del olfato, unos perros adiestrados consiguieron reconocer el cáncer de próstata en la orina humana. En caso de pacientes con diabetes también se han hecho estudios y se ha visto que son de gran ayuda porque pueden saber cuándo un paciente está a punto de tener un ataque hipoglucémico (bajada de azúcar en la sangre), incluso antes que él mismo.

Su propia continuidad de la especie canina se activa también a través del olfato. Cuando las hembras están en celo emiten las feromonas sexuales, unas señales olfativas que indican al macho la predisposición de ellas a la monta.

Ahora que ya conoces un poco más el poder de su olfato, ¿no piensas que realmente merece la pena que tu perro sepa y quiera emplearlo?


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